15/03/2021

“Los jóvenes conocen perfectamente la problemática medioambiental actual, pero ese conocimiento no es suficiente para cambiar sus hábitos hacia conductas más sostenibles”

El conocimiento científico no es motor suficiente para garantizar el compromiso de nuestros jóvenes con las problemáticas generadas por el cambio climático y, sobre todo, para favorecer un cambio real en sus hábitos de vida hacia un modelo más sostenible. Partiendo de esta evidencia, la Facultad de Ciencias de la Educación de UIC Barcelona ha puesto en marcha el programa “Climate CHANge related to Catholic Education as Subject in the HIE programmes of education sciences” (CHANCES). Se trata de una metodología docente pionera a nivel mundial que se asienta sobre la hipótesis de que esa toma de conciencia entre los más jóvenes se fundamente también en valores y creencias religiosas. 

La iniciativa acaba de obtener una línea de financiación Erasmus + por parte de la Unión Europea y se llevará a cabo a lo largo de casi dos años a través de un programa piloto desarrollado en colegios públicos españoles, italianos y polacos. Hablamos con la vicedecana y profesora Mónica Fernández, que lidera este proyecto, en el que también participan la decana Esther Jiménez y las profesoras Maria Teresa Fuertes, Sílvia Albareda y Mariona Graell.

1.    Uno de los objetivos principales de este proyecto de investigación es vincular la religión y la ciencia desde los primeros estadios de la educación para aumentar la concienciación de niños y niñas respecto al cambio climático. ¿De qué manera pueden aunarse esos dos conceptos? 

Existen evidencias científicas de que los jóvenes conocen perfectamente la problemática medioambiental, social y económica (en definitiva, de sostenibilidad) actual y que incluso son conocedores de cómo sus hábitos de consumo impactan en el medio, pero, muchas veces, el conocimiento no es suficiente para cambiarlos hacia conductas más sostenibles. Los cambios se producen cuando ese conocimiento, además, va acompañado de unos valores y unas creencias de fondo que son las que verdaderamente motivan a las personas para cambiar.

2.    ¿Qué valores de la religión católica podrían ayudar a vehicular esa mayor toma de consciencia por parte de nuestros jóvenes sobre la situación medioambiental actual? 

El Papa Francisco en su Encíclica Laudato si’ hace un claro llamamiento a los católicos a cuidar de la tierra y de todos los seres vivos con los que los humanos la compartimos. Él la denomina “nuestra casa común” y nos recuerda que somos responsables de su cuidado.

3.    ¿Existen otro tipo de experiencias, en este sentido, que os hayan servido como referente? 

Sí, de hecho, estamos implicados en otro proyecto financiado por el Departament d’Afers Religiosos de la Generalitat de Catalunya (Convocatoria RELIG 2018), en el que estudiamos la contribución de las distintas religiones a la acción climática (Objetivo de Desarrollo Sostenible 13) y al consumo sostenible (Objetivo de Desarrollo Sostenible 12). El día 25 de febrero llevamos a cabo la presentación de la Guia interreligiosa de bones pràctiques en cultura climàtica, cuyo objetivo es contribuir a hacer visible lo que hacen todas las religiones presentes en Cataluña para cuidar nuestro planeta.

4.    ¿Creéis que, de demostrarse la efectividad de CHANCES, esta metodología podría ser aplicable a otras confesiones religiosas alrededor del mundo? 

El curso que pretendemos desarrollar incluye una metodología innovadora que utiliza un portafolio digital desarrollado por la empresa MyDocumenta (socia del proyecto) en el que se incorporarán recursos y actividades digitales con los que poder trabajar de la misma manera en todos los países en los que se desarrolla el proyecto. Se podrán compartir materiales, actividades, recursos audiovisuales, etc. y se trabajarán contenidos propios de la enseñanza de la religión católica y contenidos medioambientales y de sostenibilidad principalmente asociados al cambio climático. Como ya he mencionado, existe una contribución muy grande desde todas las religiones, como prueban trabajos previos del equipo, y eso hace que este modelo de curso sea transferible a la enseñanza de otras religiones.

5.    En el proyecto de investigación participarán colegios españoles, italianos y polacos. ¿Qué criterios se han seguido para la selección de estos centros? 

Los centros seleccionados son centros formadores, en su mayoría públicos, en los que nuestros alumnos y los de los demás países podrán realizar sus prácticas y ensayar el curso diseñado una vez hayan recibido la formación necesaria. Además, en estos centros se imparte religión católica y son centros sensibles a la problemática medioambiental con proyectos específicos para trabajarla con una apuesta importante por la sostenibilidad.

6.    ¿Cuál será el rol de los docentes en la implementación de esta metodología y qué tipo de formación necesitarán? 

Aquí cabe destacar que nuestros estudiantes, futuros profesores de Educación Primaria, recibirán la formación y, a través de las prácticas escolares, pilotarán el curso en el entorno escolar de la mano de los profesores de religión de los centros. 

7.    A modo de ejemplo práctico, ¿qué actividades formativas se podrían llevar a cabo con los/las estudiantes para aumentar su consciencia medioambiental? 

Se trata de desarrollar un curso utilizando como herramienta un portafolio digital que permite el uso de todo tipo de recursos digitales. Todas las actividades, individuales o grupales, se desarrollan en el entorno del portafolio digital. Aquí  caben desde vídeos, presentaciones o infografías hasta juegos y problemas para resolver. El contenido de estos materiales estará vinculado con la religión católica pero, paralelamente, se introducirán contenidos relacionados con el cuidado de la tierra para preservar a todos los seres vivos que la habitan, la necesidad de minimizar el impacto de nuestros actos sobre ella, la necesidad urgente de actuar frente al cambio climático, etc.

8.    En términos generales, ¿consideráis que existe suficiente concienciación y formación de los/las docentes de todas las etapas formativas en materia medioambiental y, de manera más específica, en relación con el cambio climático? 

No es suficiente. Es cierto que el currículo de Educación Primaria incluye la enseñanza de contenidos medioambientales relacionados con la sostenibilidad, social y económica, pero de nada sirve que lo especifique el currículo si no preparamos en consonancia a nuestros futuros maestros de Primaria. 

En el caso particular de la Facultad de Ciencias de la Educación de UIC Barcelona, desde hace años, trabajamos muy concienzudamente los Objetivos de Desarrollo Sostenible y más concretamente el ODS 13 (Acción Climática) y el ODS 12 (Producción y Consumo Sostenible) en el marco de asignaturas como Didácticas de las Ciencias Experimentales o de las Matemáticas. Además, nos interesa que no solo se conozcan y se analicen ciertos conceptos científicos que explican lo que está ocurriendo actualmente en el planeta relacionados con el cambio climático, pérdida de la biodiversidad, zoonosis, etc. También incidimos en que los alumnos y futuros maestros se movilicen y adopten una actitud pro ambiental, que cambien hábitos hacia comportamientos más sostenibles. Está demostrado que este cambio solo se produce en los jóvenes cuando existen detrás unos valores y creencias determinadas como, por ejemplo, aquellos vinculados con la religión y que implican, entre otros, el amor al prójimo, el cuidado de la tierra o la responsabilidad sobre el resto de seres vivos. 

9.    ¿Consideráis que el aumento de catástrofes medioambientales vinculadas con el cambio climático obligará a aumentar los contenidos educativos vinculados con esta problemática en los planes de estudio? 

Sin duda, todos los títulos deberían integrar una asignatura o parte de algunas en las que se trabajen competencias y contenidos relacionados con el cuidado del planeta y la necesidad urgente de cambiar hábitos.

10.    ¿Qué supone para la Facultad de Ciencias de la Educación haber obtenido esta línea de financiación Erasmus+ de la Unión Europea? 

Supone un gran logro, primero porque creemos muy firmemente en el poder de la educación para crear espacios de reflexión, concienciar y motivar el cambio de actitudes y, en segundo lugar, supone también un reto para nosotros porque es el primer Erasmus + que coordina UIC Barcelona. 


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