05/04/2022

“La arquitectura espacial es un sector en auge ya que los viajes al espacio serán más largos y numerosos”

Ana Guerrero (Barcelona, 1997) acaba de regresar de Copenhague tras varios meses embarcada en el montaje de la exposición “A Space Saga”. La muestra, que puede visitarse hasta principios de septiembre en el Danish Architecture Center, gira en torno a una expedición en el norte de Groenlandia desarrollada por los arquitectos espaciales Sebastian Aristotelis y Karl-Johan Sørensen para testar su prototipo de hábitat espacial LUNARK. La misión, que duró sesenta días, sirvió para poner a prueba factores determinantes para la habitabilidad del ser humano en un entorno extraplanetario, como el aislamiento prolongado en espacios reducidos o la convivencia en condiciones extremas. Conversamos con Ana Guerrero, que acaba de obtener el Doble Grado Internacional en Arquitectura otorgado por UIC Barcelona y la Universidad de Belgrano (Argentina) y que, tras su experiencia en el estudio SAGA Space Architects, empezará a trabajar en un observatorio astronómico con base en los Pirineos. 

1. Has colaborado en el desarrollo y montaje de la exposición “A Space Saga” que, desde mediados de febrero, se puede visitar en el Danish Architecture Center. ¿Qué objetivo persigue la muestra y qué podrá encontrar el visitante en ella?
La exposición pretende acercarnos al mundo espacial, haciendo realidad lo que muchas veces visualizamos como algo muy lejano. Es una prueba de que con motivación y esfuerzo se puede llegar muy lejos, incluso al espacio exterior. SAGA Space Architects, el estudio que ha impulsado el proyecto, es un buen ejemplo de ello. Lo que empezó siendo un grupo de amigos con unos intereses comunes, es hoy una empresa emergente que ya es referente en el panorama internacional en el ámbito de la arquitectura espacial. La exposición destaca la gran importancia que tiene la exploración espacial en la mejora de la vida de las personas en nuestro planeta.  

Muntatge

2. ¿Qué relevancia tiene la arquitectura espacial en el debate arquitectónico contemporáneo?
La arquitectura espacial es un sector en auge debido a las previsiones de una nueva era en la exploración espacial en la que los viajes serán más largos y numerosos. El espacio dejará de estar reservado a astronautas preparadísimos y cada vez serán más frecuentes los turistas espaciales. Así mismo, el planteamiento de una base lunar como soporte logístico y técnico para viajes más largos y ambiciosos es bastante seguro, por lo que el papel de los arquitectos toma relevancia a la hora de garantizar la calidad espacial de este tipo de proyectos. Los arquitectos tendremos un papel imprescindible en la viabilidad de estos planes y estudios. 

3. ¿La exploración de la habitabilidad espacial también puede contribuir a generar conciencia sobre la vida en nuestro planeta, cada vez más amenazado por la crisis climática?
Sin duda alguna. Toda esta investigación retroalimenta los conocimientos que ya tenemos sobre nuestro planeta. El desarrollo de tecnologías de reutilización y reciclaje en ciclos cerrados puede beneficiar sustancialmente los sistemas terrestres. La investigación del bienestar en las misiones espaciales es totalmente aplicable al bienestar en la Tierra, y no solo eso, la relevancia que esto adquiere en el espacio es clave para ser trasladada a nuestro planeta, donde muchas veces pervertimos lo que de verdad necesitamos y nos hace bien. 

Por otro lado, cada paso adelante en comprender la complejidad que suponen los viajes y la exploración espacial nos acerca más a nuestros orígenes. No solo nos puede proporcionar un mejor entendimiento de nuestras raíces, de quienes somos y de dónde venimos, si no que nos conecta más con la naturaleza y nos hace más conscientes de la importancia de su preservación.

4. ¿En qué consistió tu trabajo en SAGA Space Architects?
Entré a trabajar en el estudio en febrero del año pasado, mientras terminaba el último semestre del grado. Al poco tiempo, me ofrecieron la posibilidad de colaborar en la exposición y participar en todo el proceso para su desarrollo y posterior montaje. Participé en el diseño y construcción de todos los objetos que integran la muestra y también de los elementos expositivos, incluyendo podios, paneles o láminas. 

Lunark

5. El estudio lo conforma un equipo interdisciplinario integrado por arquitectos e ingenieros. ¿Cuáles son sus líneas de trabajo y de investigación principales?
La filosofía del estudio está basada en el concepto “Terra-Tech”, que permite generar consciencia sobre la manera en que nuestro planeta nos estimula y nos permite poder tener una vida sana y equilibrada. Y esta filosofía se traslada al espacio para permitir su habitabilidad por parte del ser humano. 

A través de proyectos como la expedición a Groenlandia, se ponen a prueba factores determinantes para esa habitabilidad, que van desde el aislamiento en espacios reducidos, la convivencia con compañeros en condiciones extremas o la falta de variaciones en el entorno (luz, temperatura, olores, etc.). Todo esto aporta toda una serie de conclusiones clave para la investigación en el ámbito de la arquitectura espacial. 

6. A nivel personal, ¿cómo valoras tu experiencia en Copenhague durante estos últimos meses?
Muy enriquecedora. El desarrollo de la exposición me permitió moverme por toda la ciudad y relacionarme con empresas de toda Dinamarca en la búsqueda de las mejores soluciones para el proyecto. La cultura danesa me ha aportado un nuevo punto de vista y me ha permitido romper con muchos prejuicios e ideas preestablecidas que, inevitablemente, todos alojamos en nuestra mente. Fueron meses de inmersión en los que pude aprender danés y generar vínculos con personas en una situación similar a la mía. 

Ana 1

7. Antes de tu paso por Dinamarca, viviste en Buenos Aires, donde cursaste el Doble Grado Internacional de UIC Barcelona y la Universidad de Belgrano. ¿Qué te llevó a terminar tus estudios de arquitectura en Argentina?
Desde siempre me ha encantado viajar y conocer otros lugares y culturas. El haber cursado un semestre de Erasmus en Italia me ayudó a tomar la decisión de aprovechar la oportunidad de acabar mis estudios en Argentina, teniendo muy presente el valor añadido que aportan las experiencias en el extranjero tanto a nivel personal como profesional. Tras finalizar el convenio con la Universidad de Belgrano, he obtenido dos títulos habilitantes, el español y el argentino, para así poder ejercer como arquitecta tanto en Europa como en Argentina sin tener que preocuparme por convalidar el título.

Un doble grado internacional aporta un valor al currículum importante. Da a entender que se ha recibido una formación más amplia y que la persona se atreve a lanzarse a retos lejos de su zona de confort. Son cosas que se tienen en cuenta cuando compites en el mercado laboral con muchas más personas muy preparadas y que quizás sirven para decantar la balanza ante dos currículos muy parecidos a la hora de buscar trabajo. Por otro lado, lo más importante para mí es que te abre la mente, te ayuda a ampliar y a afianzar algunos conocimientos ya adquiridos y te permite expandir tu red de contactos.

8. Y, después de Dinamarca, ¿cuál es el siguiente paso?
Estudiar Arquitectura me ha permitido adquirir una gran capacidad de adaptación y un conocimiento interdisciplinario en muchos ámbitos, por lo que no me asusta lanzarme a nuevos retos para seguir explorando y explorándome a mí misma. 

En el corto plazo, empiezo a trabajar como codirectora de un observatorio astronómico en los Pirineos y me encargaré de la gestión y realización de todos los proyectos y actividades que se desarrollan, tanto a nivel divulgativo como de investigación. La idea es incorporar un punto de vista arquitectónico, generalmente desconocido para el público que visita este tipo de observatorios. Para ello, estoy formándome más en la astronomía para poder, de esta manera, adquirir un mayor entendimiento de las condiciones que posibilitan una arquitectura espacial realista y de mayor calidad. Es un proyecto por el que estoy muy ilusionada y que me permitirá seguir creciendo en el ámbito de la arquitectura espacial, que siempre me ha apasionado. 
 

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