El plástico es uno de los materiales más utilizados para contener las formulaciones cosméticas por su versatilidad y facilidad de uso, pero, a la vez, estos envases generan gran cantidad de residuos que perjudican el medio ambiente. La población está cada vez más sensibilizada con la protección de nuestro entorno y, por este motivo, investigadores del Bioengineering Institute of Technology de UIC Barcelona han diseñado un envase que se disuelve en la piel con un efecto idéntico al de una crema convencional.

El equipo de investigadores, liderado por Román Pérez, responsable del BIT, junto con la investigadora Dra. Begoña Bosch, ha desarrollado un producto elaborado con residuos de la naturaleza como algas, gambas y arena. El resultado es similar a una pequeña esponja que, en contacto con el agua, se funde completamente, de forma que el residuo que genere no sea perjudicial para el medio ambiente. Esta innovación pretende ser el excipiente para que cada empresa de la industria cosmética lo adapte con los ingredientes que considere. 

Román Pérez, uno de los investigadores más influyentes del mundo según el prestigioso ranking World Top 2% Scientists de la Universidad de Stanford, ha destacado que otra de las ventajas de este producto es que es liofilizado, libre de humedad, lo cual permite que los principios activos se conserven mejor.