20/11/2020

Las mujeres sufrieron más estrés y problemas de sueño que los hombres en la primera ola de la pandemia, según un estudio del IESF presentado en el IV Simposio Internacional

Las mujeres sufrieron más estrés y más dificultades para conciliar el sueño que los hombres durante la primera etapa de la pandemia, según un estudio elaborado por el Instituto de Estudios Superiores de la Familia (IESF)

El pasado viernes, 20 de noviembre, se celebró el “IV Simposio Internacional: Cuidado y negligencia en el entorno familiar. Retos y propuestas educativas y psicosociales en un entorno de incertidumbre”, organizado por el IESF de UIC Barcelona y la Childcare and Family Policies Chair (Fundació Joaquim Molins Figueras) con motivo del Día Universal del Niño.

Durante la sesión, intervinieron distintos expertos, entre ellos el profesor de la Facultad de Ciencias de la Educación de UIC Barcelona y coordinador de la Childcare and Familiy Policies Chair (Fundación Molins) del IESF, Marc Grau, quién presentó los resultados de un estudio comparativo de las políticas de infancia en Italia y España.

Grau explicó que “todavía existen algunas barreras que impiden el cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño”, entre las que citó “el desconocimiento, la falta de voluntad política a largo plazo, los elevados niveles de pobreza infantil y la falta de coordinación interdepartamental y entre instituciones”.

Por su parte, la directora del Observatorio de Políticas Familiares del IESF, Consuelo León, durante la intervención explicó que las mujeres han sentido que, en general, su salud “se veía afectada debido a las exigencias de su trabajo durante el confinamiento” y que su vida “era estresante”.

El estudio, realizado de forma conjunta con la Universidad Católica de Milán y la Universidad de Valencia, también constata que tanto hombres como mujeres han tenido dificultades “para establecer los límites entre familia y trabajo”, pero en el caso de la mujer aún ha sido más relevante la percepción de “la doble jornada”. “En muchos casos, según León, las mujeres han visto “cómo el trabajo les dificultaba el cumplimiento de sus responsabilidades familiares, sobre todo si tenían hijos menores de edad”.

En general, los encuestados con hijos menores afirman que han compartido las tareas domésticas con la pareja en mayor medida que en aquellos hogares donde había hijos mayores, según se desprende del estudio.

Ante estos resultados, León insistió en que la pandemia ha evidenciado “las diferencias de género en lo que respecta a la vivencia del teletrabajo”, si bien en las generaciones más jóvenes “ha empezado a calar la idea de una mayor corresponsabilidad en el ámbito familiar”.

Se dispara el síndrome de la mujer agotada

En la jornada también intervino la directora del observatorio The Family Watch, María José Olesti, quien aseguró que “más del 45 % de las familias dicen que las madres asumieron más tareas domésticas y se encargaron del seguimiento de la actividad educativa de sus hijos” durante la primera etapa de la pandemia. Según un informe elaborado por esta entidad, “el teletrabajo ha ocupado la mayor parte del tiempo de un 80 % de las mujeres y se ha disparado el síndrome de la mujer agotada”.

Olesti remarcó que han aumentado los casos de ansiedad, depresión o los trastornos alimentarios y pidió a las administraciones que “lo tengan en cuenta en esta segunda fase”.

Otro de los aspectos que el informe pone sobre la mesa es la brecha digital existente en la población. En este sentido, un 65 % de los encuestados pide ayudas a las administraciones para que sus hijos puedan seguir las clases a distancia y más de la mitad cree que la educación en línea “ha venido para quedarse”.

El informe también hace referencia a la situación económica de España. Así, “un 88 % cree que va a ir a peor y más de la mitad tiene claro que su situación personal también”. Según Olesti, ha surgido “una nueva pobreza familiar e infantil que requiere de respuestas nuevas”.

En cuanto a las ayudas procedentes de la Unión Europea para paliar los efectos de la pandemia, el estudio de The Family Watch señala que más de la mitad de los encuestados cree que estas ayudas “se deberían gestionar por una entidad independiente, que haga el reparto según cuestiones objetivas”.

Más de 23.000 personas atendidas por Cáritas Diocesana de Barcelona

El simposio finalizó con la intervención del director de Cáritas Diocesana de Barcelona, Salvador Busquets, quien recordó que desde el inicio de la pandemia han atendido a más de 23.000 personas y que “una de cada cuatro personas se ha quedado sin ningún tipo de ingreso” a causa de la Covid-19.

Busquets lamentó que el gasto en protección de la familia y la infancia “ha pasado del 60 % de la media europea en 2009 al 40-50 % en la actualidad”, mientras que con el nivel de riqueza de España “podríamos estar en el 120 o 130 %”.

El director de Cáritas ha celebrado el alto nivel de solidaridad que han detectado durante la pandemia, pero ha admitido que este “no se puede mantener siempre”, por lo que ha pedido “una respuesta colectiva”. También se ha referido al Ingreso Mínimo Vital y ha lamentado que el 50 % de las personas que atienden “no cumple las condiciones” para poder acceder, pero ha afirmado que “ante la falta de otra cosa, es una buena ayuda”.