20/06/2019

Barbara Arrowsmith, creadora de un método de aprendizaje cognitivo: “Aprendí a leer un reloj a los 26 años”

La fundadora de programa Arrowsmith asegura en UIC Barcelona que se puede cambiar el funcionamiento cognitivo de un individuo

La directora del programa educativo que lleva su nombre, Barbara Arrowsmith, ha impartido en UIC Barcelona la conferencia: “Un enfoque neurocientífico para abordar las dificultades de aprendizaje”. En ella ha explicado cómo cambió su vida en el momento en el que la estimulación cognitiva le ayudó a superar sus dificultades de aprendizaje. “Aprendí a leer un reloj a los 26 años”, ha asegurado la educadora en su visita a la universidad. 

Arrowsmith ha detallado que, desde pequeña, los médicos y los profesores advertían a su madre que tendría dificultades para aprender. Le resultaba muy difícil desde leer un reloj hasta tomar decisiones o entender el espacio tridimensional. “Me pasaba más tiempo cortando hilos que cosiendo, porque me costaban este tipo de construcciones”. Pero fue a los 26 años cuando consiguió abrirse camino en la escuela de postgrado donde conoció el trabajo de investigación del científico y neuropsicólogo ruso Aleksandr Luria, quien estudió las lesiones traumáticas y el daño cerebral.

Un segundo estudio, el del psicólogo e investigador Mark Richard Rosenzweig, también le ayudó a superar sus problemas de aprendizaje. “Asumí el reto de que se puede cambiar el aprendizaje humano”, tal y como ha explicado, invitada por la Facultad de Educación. 

Con todo, creó una serie de ejercicios cognitivos que lleva más de 40 años desempeñando con numerosos alumnos en la Escuela Arrowsmith de Toronto, y posteriormente en el Programa Arrowsmith, con 19 funciones cognitivas. 

Esta metodología, basada en investigación neurocientífica, demuestra que los estudiantes pueden ayudar a superar las disfunciones de aprendizaje.

“El trabajo que hacemos no entra en los contenidos ni en las habilidades, sino en la función cognitiva para reforzarla”. En esta línea, ha apuntado que “las escuelas deberían incluir ejercicios cognitivos” y ha culminado su ponencia asegurando que “si los estudiantes tienen problemas, dejan de soñar. Lo que hace este trabajo es cambiar la función cognitiva. Así pueden soñar y darse cuenta de que pueden vivir sus sueños”.